Durante los próximos días, lA tAtUcErA volverá a convertirse en ese espacio donde lo sonoro toma cuerpo, donde la escucha se abre camino entre lo cotidiano y lo imprevisto. En esta ocasión, tengo el placer de compartir el proceso con Roberto Rodrigo, integrante de EBDP, un proyecto que, como el nuestro, entiende la música no como producto, sino como experiencia viva, como búsqueda y diálogo.

La grabación que realizaremos en lA tAtUcErA no persigue un resultado cerrado ni una idea preconcebida: se trata, más bien, de registrar el encuentro, de dejar constancia del momento en que dos maneras de entender el sonido se cruzan, se rozan y se transforman mutuamente. Percusión y electrónica serán los ejes de esta exploración, pero lo que realmente nos interesa es lo que sucede entre los instrumentos, en ese espacio invisible donde la energía se hace música.

Trabajaremos, buscando una estética clara y orgánica, donde cada gesto conserve su textura y su presencia real. lA tAtUcErA, con su carácter híbrido entre laboratorio y refugio creativo, ofrece el contexto perfecto para esta grabación: un lugar que escucha y acoge, donde cada sesión se convierte en una pequeña celebración del sonido compartido.

Esperamos que este encuentro dé lugar a nuevas formas de diálogo entre la improvisación, la composición instantánea y la memoria sonora. Porque, al final, grabar no es otra cosa que dejar huella de lo efímero, guardar una prueba de lo que sucede cuando dos músicos se atreven a escuchar más allá de sí mismos.