Quiero agradecer a Marian Raméntol y Cesc Fortuny la publicación de este trabajo en La Náusea, un espacio que se ha convertido en refugio y plataforma para propuestas que se mueven en los márgenes, allí donde lo sonoro y lo poético encuentran un territorio común.
La obra que presento permanece inédita hasta ahora y nace desde la improvisación libre, entendida como un acto de apertura y riesgo. No busca respuestas definitivas, sino rastrear el instante en el que el sonido se transforma en experiencia, en diálogo, en huella efímera. Cada gesto sonoro es, al mismo tiempo, una pregunta lanzada al aire y una invitación a compartir el vértigo de lo inacabado.
Agradezco profundamente que La Náusea acoja esta propuesta en su tejido de voces y resonancias, porque aquí la vulnerabilidad del proceso creativo se convierte en fuerza y en oportunidad de encuentro. Mil gracias a MARIAN y CESC¡¡¡
CHEMA PASTOR 